Materiales:
Papel blanco.
Rotulador negro.
Plato cuadrado (o lo que tengas, puede ser una tabla o una bandeja).
4 velas blancas pequeñas.
Mechero y palillo.
Tijeras.
Diente de ajo.
Bol pequeño.
Agua.
Sal.
Romper papel con las manos para eliminar los bordes filosos.
Empezamos pintando la cruz de tierra santa en el papel.
Colocamos las tijeras abiertas sobre el papel, apuntando hacia adelante.
Ponemos las velas en las 4 esquinas y las encendemos, diciendo:
"Invoco a Miguel, para que detenga los males que me envían,
invoco a Gabriel, que devuelva esos males a sus orígenes,
invoco a Rafael, para que corte las malas energías,
invoco a Uriel, para que extienda su protección a mi hogar."
Se coloca el bol sobre las tijeras, se echa la sal, encima el ajo y luego el agua que usaremos para limpiar la casa, diciendo,
"El agua purifica, el agua santifica, el agua sanatoria, por Dios y su Gloria que ahora es bendita."
Se toma el conjuto y se bautiza la casa para crear el escudo protector, empezamos por la puerta de entrada, haciendo cuatro veces el gesto de rociar, decimos:
"Arcángel San Miguel a mi derecha,
Arcángel San Gabriel a mi izquierda,
Arcángel San Rafael a mis espaldas, para que con sus alas me cubran de todo mal,
Arcángel San Uriel al frente de mí, para abrirme los caminos,
y sobre mí, la gloria del Universo Celestial.
Amén."
Debes esparcir el agua por toda la casa, todas las habitaciones, en especial en la puerta de entrada.
Esparcir el agua en las personas que habitan en la vivienda y en ti. De ésta manera, se creará una barrera impenetrable para la maldad, brujerías y maldiciones.
Debes tratar de utilizar toda el agua que has preparado. Pero, en caso de que te sobre el agua, puedes deshacerte de ella echándola en los líquidos que utilizas para limpiar la casa.
Vídeo disponible a partir del 7 de marzo de 2021:
