Martha, Martha,
la que los vientos levanta
la que los diablos encanta.
La que guisó los vinos a los finados,
la que quitó los dientes a los ahorcados.
La que desenterró los huesos a los enterrados.
La que con Doña María de Padilla
trató y conversó.
La que los nueve hijos parió
y todos nueve se le disminuyeron.
Así como esto es verdad,
quiero que vayas al corazón de ...
la que los vientos levanta
la que los diablos encanta.
La que guisó los vinos a los finados,
la que quitó los dientes a los ahorcados.
La que desenterró los huesos a los enterrados.
La que con Doña María de Padilla
trató y conversó.
La que los nueve hijos parió
y todos nueve se le disminuyeron.
Así como esto es verdad,
quiero que vayas al corazón de ...
(nombre del hombre que se quiere amarrar)
y lo desbraves y dulcifiques para mí,
donde quiera que estuviere me lo traigas
presto corriendo volando a mí ...
(dí tu nombre),
y así me lo amanses y amarres
me lo pongas el amor en su corazón,
para que solo yo esté dentro de sus sentimientos
para que ...
y lo desbraves y dulcifiques para mí,
donde quiera que estuviere me lo traigas
presto corriendo volando a mí ...
(dí tu nombre),
y así me lo amanses y amarres
me lo pongas el amor en su corazón,
para que solo yo esté dentro de sus sentimientos
para que ...
(nombre del hombre que se quiere amarrar)
me sienta y me quiera,
y en su memoria me tenga,
que no me pueda olvidar de noche ni de día
donde quiera que estuviera,
para que ninguna persona que no sea yo ...
y en su memoria me tenga,
que no me pueda olvidar de noche ni de día
donde quiera que estuviera,
para que ninguna persona que no sea yo ...
(dí tu nombre),
consiga tener sus sentidos y corazón.
Donde quiera que se encuentre mi amor ...
consiga tener sus sentidos y corazón.
Donde quiera que se encuentre mi amor ...
(nombre del hombre que se quiere amarrar),
no tenga sosiego, no tenga tranquilidad,
ni pueda comer ni dormir sino es conmigo,
ni pueda desear ni tener otra persona
que no sea yo ...
no tenga sosiego, no tenga tranquilidad,
ni pueda comer ni dormir sino es conmigo,
ni pueda desear ni tener otra persona
que no sea yo ...
(dí tu nombre).
Así sea.
Así sea.
Así está hecho, así es.
Decir la oración tres veces seguidas durante nueve días consecutivos.
Encender una vela roja y blanca cada día, y dejar hasta que se consuman totalmente,
(cada día hay que prender una vela nueva, si te es difícil conseguirlas, pon una blanca y otra roja
y el tamaño no es importante, puede ser grande o pequeño) si te quedan restos de cera guárdalos hasta el final.
Escribe en un papel blanco tu nombre y el de la persona que quieres amarrar, (mejor si tienes apellidos y fecha de nacimiento).
Pon un poco de azúcar, miel, canela, cinco clavos de olor, una pizca de nuez moscada, y los pétalos de una rosa roja y de un clavel rojo encima de los nombres, ciérralo haciendo un paquete y átalo con una cinta roja.
Colócalo cerca de la vela, pero donde no se pueda quemar, y no lo muevas hasta que no terminen los nueve días.
El último día, cuando se termine la novena vela, lleva el paquetito y los restos de cera de los nueve días a un lugar bonito con flores y plantas (que no tengan espinas) y déjalo allí, no es preciso que lo entierres.
Este trabajo se puede repetir pasado un mes.
