YO soy la resurrección, y la vida, dice el Señor: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá; y todo aquel que vive, y cree en mí no morirá eternamente.
Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo: y después de deshecho este mi cuerpo, aún he de ver a Dios: al cual yo tengo de ver por mí, y mis ojos lo verán, y no otro.
Nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. El SEÑOR dió, y el SEÑOR quitó; bendito sea el Nombre del SEÑOR.