Señor de los Milagros,
porque te amo,
he venido a visitarte para alabarte,
bendecirte,
y darte gracias
por tantos favores
que me has concedido.
Señor de los Milagros,
porque te amo,
me arrepiento de los pecados
que he cometido.
Te prometo comenzar
desde hoy una vida nueva.
Señor de los Milagros,
porque te amo,
quiero verte presente
en mis hermanos.
Señor de los Milagros,
porque te amo,
he venido a suplicarte
como el leproso del evangelio:
Señor, si quieres,
puedes curarme.
Perdona mis pecados
y cura las enfermedades
que me hacen sufrir.
Señor de los Milagros,
porque te amo,
me consagro a tu servicio
con mi familia,
mis seres queridos,
mis trabajos, estudios,
problemas y alegrías.
Señor de los Milagros,
porque te amo,
quiero vivir contigo
durante la vida
para vivir contigo en el cielo.
Oh! María, Madre del Perpetuo Socorro,
presenta esta consagración
a tu divino Hijo.
Amén.