Oh!, Dolorosísima Virgen
de las Angustias,
Señora de las Siete Espadas,
Reina de los Ángeles y Santos
y dulce madre mía!
que con el corazón
lleno de angustia y enorme dolor
permaneciste serena junto a la Cruz
y sufriste como Madre
la Pasión de tu amadísimo Hijo,
que dio su vida
para redimirnos y salvarnos.
Hoy llego ante Ti
con todo mi afecto
para pedirte me ayudes
a reparar el dolor causado
a tu glorioso Hijo
por mis faltas y pecados,
para solicitar
que con tu inmensa piedad
me cobijes en la amplitud
de tu Inmaculado Manto
y me concedas tu ayuda
para restaurar mi pareja,
mi matrimonio,
mi familia ahora desunida.
Benignísima madre de Misericordia,
que nos adoptaste por hijos
en la altura del calvario
me presento reverente ante ti
para pedirte
que me cuides en mis pesares,
me cures las heridas del alma
y sanes los dolores
de mi corazón.
Santísima Virgen María,
elevada a lo más alto del Cielo,
poderosa y siempre clemente
abogada nuestra,
ante el trono
de su majestad divina,
tú que nos amas con ternura,
tú que estás
permanentemente en nosotros,
escucha las súplicas sinceras
que salen desde
lo más profundo de mi ser
y dígnate mostrar
tu valiosísimo poder
remediando mis angustiosos
problemas de amor.
Te ruego salves mi matrimonio,
mi pareja, no dejes que
lo que hasta ahora era felicidad
tenga un mal final,
no permitas que mi familia
se rompa definitivamente
por la ausencia de
(di su nombre)
que sepa que yo,
(di tu nombre)
lo amo con toda mi alma,
que es el gran amor de mi vida,
y haz que regrese a casa urgente
para que seamos
una familia feliz y completa,
inundados de amor,
dedicación, comprensión y paz.
Ayúdame a restaurar mi matrimonio,
mi familia, mi hogar,
ayúdame a recuperar
esa unión que teníamos
y que nos hizo sentir
tan dichosos.
Alentada por la confianza
y esperanza que me inspiras,
pongo en Ti y junto a tu Hijo
nuestras vidas
y te ruego pide por mí,
por mi unión de pareja,
dame remedio para acabar
con esta tan difícil situación:
(hacer la petición con mucha fe).
Virgen de las Angustias
quiero y necesito
que vuelva conmigo
y con su familia,
lleno de cariño
hacia mí y nuestros hijos,
haz que nuestro amor
sea puro y verdadero,
que sea más poderoso
que nuestro egoísmo,
que me valore y respete
en todo momento
y me corresponda
en mis sentimientos,
que me quiera con ardor,
entrega y total fidelidad.
Ayúdame Señora,
Madre del Amor Hermoso,
para que nuestro hogar
respire unión y armonía,
que olvidemos
infidelidades y rencores,
aleja de nuestras vidas,
de nuestro hogar,
las discusiones,
la incomprensión
y los reproches,
aleja todo aquello
que nos pueda separar,
haz que ninguna persona
interfiera en nuestras vidas
para que pronto, cuanto antes,
volvamos a ser
una pareja enamorada,
unos esposos unidos
en lo bueno y en lo malo
y una familia completa y dichosa.
Gloriosa Virgen de las Angustias,
Señora mía bendita,
permanece siempre
junto a nosotros
como una madre
que alegra y consuela
con su sola presencia,
presérvanos de todos los males,
las desgracias y peligros,
y alcánzanos del Señor
una encendida caridad
para adorar siempre a tu Hijo,
que por nosotros
murió crucificado,
guíanos para que
nuestros pasos en la vida
siempre se encaminen
por la senda de la virtud,
para así llegar algún día
a la Patria Celestial.
Así sea.
de las Angustias,
Señora de las Siete Espadas,
Reina de los Ángeles y Santos
y dulce madre mía!
que con el corazón
lleno de angustia y enorme dolor
permaneciste serena junto a la Cruz
y sufriste como Madre
la Pasión de tu amadísimo Hijo,
que dio su vida
para redimirnos y salvarnos.
Hoy llego ante Ti
con todo mi afecto
para pedirte me ayudes
a reparar el dolor causado
a tu glorioso Hijo
por mis faltas y pecados,
para solicitar
que con tu inmensa piedad
me cobijes en la amplitud
de tu Inmaculado Manto
y me concedas tu ayuda
para restaurar mi pareja,
mi matrimonio,
mi familia ahora desunida.
Benignísima madre de Misericordia,
que nos adoptaste por hijos
en la altura del calvario
me presento reverente ante ti
para pedirte
que me cuides en mis pesares,
me cures las heridas del alma
y sanes los dolores
de mi corazón.
Santísima Virgen María,
elevada a lo más alto del Cielo,
poderosa y siempre clemente
abogada nuestra,
ante el trono
de su majestad divina,
tú que nos amas con ternura,
tú que estás
permanentemente en nosotros,
escucha las súplicas sinceras
que salen desde
lo más profundo de mi ser
y dígnate mostrar
tu valiosísimo poder
remediando mis angustiosos
problemas de amor.
Te ruego salves mi matrimonio,
mi pareja, no dejes que
lo que hasta ahora era felicidad
tenga un mal final,
no permitas que mi familia
se rompa definitivamente
por la ausencia de
(di su nombre)
que sepa que yo,
(di tu nombre)
lo amo con toda mi alma,
que es el gran amor de mi vida,
y haz que regrese a casa urgente
para que seamos
una familia feliz y completa,
inundados de amor,
dedicación, comprensión y paz.
Ayúdame a restaurar mi matrimonio,
mi familia, mi hogar,
ayúdame a recuperar
esa unión que teníamos
y que nos hizo sentir
tan dichosos.
Alentada por la confianza
y esperanza que me inspiras,
pongo en Ti y junto a tu Hijo
nuestras vidas
y te ruego pide por mí,
por mi unión de pareja,
dame remedio para acabar
con esta tan difícil situación:
(hacer la petición con mucha fe).
Virgen de las Angustias
quiero y necesito
que vuelva conmigo
y con su familia,
lleno de cariño
hacia mí y nuestros hijos,
haz que nuestro amor
sea puro y verdadero,
que sea más poderoso
que nuestro egoísmo,
que me valore y respete
en todo momento
y me corresponda
en mis sentimientos,
que me quiera con ardor,
entrega y total fidelidad.
Ayúdame Señora,
Madre del Amor Hermoso,
para que nuestro hogar
respire unión y armonía,
que olvidemos
infidelidades y rencores,
aleja de nuestras vidas,
de nuestro hogar,
las discusiones,
la incomprensión
y los reproches,
aleja todo aquello
que nos pueda separar,
haz que ninguna persona
interfiera en nuestras vidas
para que pronto, cuanto antes,
volvamos a ser
una pareja enamorada,
unos esposos unidos
en lo bueno y en lo malo
y una familia completa y dichosa.
Gloriosa Virgen de las Angustias,
Señora mía bendita,
permanece siempre
junto a nosotros
como una madre
que alegra y consuela
con su sola presencia,
presérvanos de todos los males,
las desgracias y peligros,
y alcánzanos del Señor
una encendida caridad
para adorar siempre a tu Hijo,
que por nosotros
murió crucificado,
guíanos para que
nuestros pasos en la vida
siempre se encaminen
por la senda de la virtud,
para así llegar algún día
a la Patria Celestial.
Así sea.
Rezar siete Padrenuestros, siete Avemarías, y siete Glorias.
Hacer la oración siete días seguidos.
Encender una vela blanca al iniciar la oración y apagarla al terminar los rezos.
Hacer la oración siete días seguidos.
Encender una vela blanca al iniciar la oración y apagarla al terminar los rezos.