¡Oh! dulcísimo Jesús crucificado,
hijo unigénito del Eterno Padre
y de la Inmaculada Virgen María.
Como pobre vengo a Vos,
que sois misericordioso,
para que deis solución
a mis necesidades.
Como criatura enferma,
acudo a Vos que sois
el médico verdadero y
único dador de salud,
pues eso significa
vuestro sacrosanto nombre
Jesús.
No permitáis, Señor,
que yo me aparte
de vuestros pies sin consuelo,
no me dejéis sin remedio
en lo que os imploro.
(hacer ahora la petición)
Concededme lo que humildemente
os solicito por vuestro
adorable Corazón,
y el de vuestra amada Madre,
la santísima Virgen María,
concededme lo siguiente:
(repetir ahora la petición)
No atendáis a mis culpas,
que os obligarán a abandonarme;
atender a vuestros méritos,
que así me haréis merecedor
de lo que os pido:
(repetir ahora la petición)
Con estos pues,
supremos méritos vuestros,
junto a mis peticiones,
esperando conseguir por ellos,
lo que por los míos
nunca podré alcanzar
esto que estoy pidiendo:
(repetir ahora la petición)
Desde ahora para siempre
os doy las debidas gracias,
por el buen favor que confío
habré de obtener
de vuestra misericordia
la cual sea alabada eternamente
por esto que me dais:
(repetir ahora la petición)
Señor de los Milagros,
gracias por haber
estado conmigo en cada
instante de este día y
por haberme sostenido
en los momentos difíciles
con tu amor y con tu
infinita misericordia.
Por favor protege mi vida,
en tus manos dejo mi hogar
y mi familia.
Así sea.
Amén.
hijo unigénito del Eterno Padre
y de la Inmaculada Virgen María.
Como pobre vengo a Vos,
que sois misericordioso,
para que deis solución
a mis necesidades.
Como criatura enferma,
acudo a Vos que sois
el médico verdadero y
único dador de salud,
pues eso significa
vuestro sacrosanto nombre
Jesús.
No permitáis, Señor,
que yo me aparte
de vuestros pies sin consuelo,
no me dejéis sin remedio
en lo que os imploro.
(hacer ahora la petición)
Concededme lo que humildemente
os solicito por vuestro
adorable Corazón,
y el de vuestra amada Madre,
la santísima Virgen María,
concededme lo siguiente:
(repetir ahora la petición)
No atendáis a mis culpas,
que os obligarán a abandonarme;
atender a vuestros méritos,
que así me haréis merecedor
de lo que os pido:
(repetir ahora la petición)
Con estos pues,
supremos méritos vuestros,
junto a mis peticiones,
esperando conseguir por ellos,
lo que por los míos
nunca podré alcanzar
esto que estoy pidiendo:
(repetir ahora la petición)
Desde ahora para siempre
os doy las debidas gracias,
por el buen favor que confío
habré de obtener
de vuestra misericordia
la cual sea alabada eternamente
por esto que me dais:
(repetir ahora la petición)
Señor de los Milagros,
gracias por haber
estado conmigo en cada
instante de este día y
por haberme sostenido
en los momentos difíciles
con tu amor y con tu
infinita misericordia.
Por favor protege mi vida,
en tus manos dejo mi hogar
y mi familia.
Así sea.
Amén.
Rezar tres Padrenuestros y tres Glorias.
Hacer la oración y los rezos por tres días seguidos, o nueve si la petición es muy difícil y urgente.
Compartir con amigos para aumentar la fuerza de la petición.
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