¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me ofrezco enteramente a Vos y,
en prueba de mi filial afecto,
os consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón.
En una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo vuestro,
oh Madre de bondad,
guardadme y protegedme
como cosa y posesión vuestra.
Amén.
Virgen del Rosario
de San Nicolás,
Madre querida del corazón:
Hoy vengo humildemente a pedirte
que vuelques tus gracias sobre mí,
que mi corazón se transforme
y se parezca más al tuyo,
que mi mente se ilumine
para hacer el bien
a donde quiera que vaya
y que mis palabras
sean un signo de tu amor
y de tu Divino Hijo, Jesús.
Necesito de Ti y recurro a Ti,
porque tú lo sabes todo de mí,
y estás siempre conmigo,
tú eres mi mejor compañía
y mi confidente.
Te pido, humildemente,
concédeme aquello que necesito:
(hacer ahora la petición)
Calma mi corazón herido,
y llénalo de amor,
para que yo pueda perdonar,
y pueda hacer el bien
a los que quieren mi mal.
Necesito tu ternura,
tu serenidad y tu paz.
Que en mis sufrimientos,
como Tú lo hiciste,
me mantenga en calma,
llevando la cruz
y sabiendo que Jesús
ha vencido en ella
y nos ha dado la vida.
Madre del salvador,
llévanos en nuestro caminar
hacia Jesús,
para que,
cuando seamos llamados,
podamos participar
de la alegría del paraíso.
Amén.
yo me ofrezco enteramente a Vos y,
en prueba de mi filial afecto,
os consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón.
En una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo vuestro,
oh Madre de bondad,
guardadme y protegedme
como cosa y posesión vuestra.
Amén.
Virgen del Rosario
de San Nicolás,
Madre querida del corazón:
Hoy vengo humildemente a pedirte
que vuelques tus gracias sobre mí,
que mi corazón se transforme
y se parezca más al tuyo,
que mi mente se ilumine
para hacer el bien
a donde quiera que vaya
y que mis palabras
sean un signo de tu amor
y de tu Divino Hijo, Jesús.
Necesito de Ti y recurro a Ti,
porque tú lo sabes todo de mí,
y estás siempre conmigo,
tú eres mi mejor compañía
y mi confidente.
Te pido, humildemente,
concédeme aquello que necesito:
(hacer ahora la petición)
Calma mi corazón herido,
y llénalo de amor,
para que yo pueda perdonar,
y pueda hacer el bien
a los que quieren mi mal.
Necesito tu ternura,
tu serenidad y tu paz.
Que en mis sufrimientos,
como Tú lo hiciste,
me mantenga en calma,
llevando la cruz
y sabiendo que Jesús
ha vencido en ella
y nos ha dado la vida.
Madre del salvador,
llévanos en nuestro caminar
hacia Jesús,
para que,
cuando seamos llamados,
podamos participar
de la alegría del paraíso.
Amén.
Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Hacer la oración y los rezos nueve días seguidos.