Yo ofrezco e invoco esta oración
al Espíritu del desespero y
al santo Ángel de la guarda de ella
(di su nombre)
y al santo Ángel de la guarda de él
(di el nombre del amante)
para que por el bien de todos,
y por el de ellos mismos,
infundan en estas personas
odio, rencor, desconfianza
y la separación total
del uno para con el otro.
al Espíritu del desespero y
al santo Ángel de la guarda de ella
(di su nombre)
y al santo Ángel de la guarda de él
(di el nombre del amante)
para que por el bien de todos,
y por el de ellos mismos,
infundan en estas personas
odio, rencor, desconfianza
y la separación total
del uno para con el otro.
Haz que vean lo peor
del uno para con el otro,
que ya no puedan verse
sin sentir rechazo
del uno para con el otro,
que ya no puedan olerse
sin sentir asco
del uno para con el otro,
que ya no puedan hablarse
sin soportar la voz
del uno para con el otro,
que al rozar sus labios
al querer besarse,
sientan rechazo absoluto
del uno para con el otro,
que ya no pueda tocarse
sin sentir repulsión total
del uno para con el otro.
Que los sueños y anhelos
de un futuro juntos
se transformen en pesadillas
y malos augurios,
que se llenen sus cabezas
de nubarrones de tormenta
al pensar en el tiempo juntos,
y los planes que pudieron tener
sean ahora malos presagios,
desgracias e infortunios
para sus mentes,
y que teman seguir juntos
el uno con el otro.
Haz que solo quieran escapar
el uno del otro,
que se sientan aprisionados
al estar juntos,
ahogados, apretados,
incómodos, apresados,
desesperados por alejarse,
que sus actos se llenen de rabia,
odio, rencor, asco,
que al mirarse solo
recuerden cosas malas,
sean reales o imaginarias,
recuerdos o sueños,
que todo sea negro
y ya no se deseen
ni se quieran.
Haz que nazca en cada uno de ellos,
odio mortal y desconfianza infinita
de (di su nombre)
para con (di el nombre del amante)
y que jamás pueda el uno
recordar el nombre del otro
sin sentir odio y rencor.
Haz que los olores que compartieron juntos,
los olores que puedan estar compartiendo
en este preciso momento y los pocos momentos
que les queden por compartir sean repugnantes
para (di su nombre)
y que sean repugnantes para
(di el nombre del amante).
Que los momentos que compartieron juntos,
los momentos que pudiesen estar compartiendo
en este preciso momento y los pocos momentos
que les queden por compartir,
sean desagradables para ambos,
que si se encuentran no se vean,
que si se hablan no se entiendan,
que de sus bocas solamente puedan salir
palabras dañinas reproches y recriminaciones
de uno para con el otro y que estas sean las únicas
palabras que entre ellos puedan entenderse.
Invoco al Espíritu del camino
para que este separe las rutas de
(di su nombre)
de las rutas de
(di el nombre del amante),
que lo hagan en este preciso momento,
en este preciso instante,
de hoy por hoy para mañana y siempre,
que la separación sea total e inmediata.
Que así sea, que así sea, que así sea, que así sea.
Así es.
Rezar tres Padrenuestros y tres Avemarías.
La oración y los rezos se hacen nueve noches seguidas, comenzando un jueves.
Encender una vela negra al iniciar la oración, apagarla cada noche hasta la última, que se dejará hasta que se consuma completamente.
Colocar un vaso de vinagre con un trozo de cinta o tela negra dentro. Ungir la vela con vinagre utilizando esa tela antes de empezar. Colocar también una tijera junto a la vela. El último día se tira el vinagre, se corta la tela y se la arroja a la basura, representando los restos de la relación que se acaba de romper.