Salve, salve, delicias del Cielo
Virgen pura, suprema beldad,
salve excelsa Patrona de Cuba
Madre hermosa de la Caridad.
Tú de Cuba, en las bellas comarcas,
elegiste, Señora, un altar,
para hacer la mansión de prodigios
y a tus hijos de dichas colmar.
Cuando el llanto era el pan de tus hijos
y su vida terrible ansiedad,
eras tú, dulce Madre, la estrella,
que anunciabas la aurora de paz.
No abandones ¡oh! Madre, a tus hijos,
salva a todos de llantos y afán,
y tu nombre será nuestro escudo,
nuestro amparo, tus gracias serán.
Caridad, Madre de Dios.
Caridad Dicha del Mundo.
Caridad Lumbre del Cielo.
Caridad Dicha del Pobre.
Caridad Música suave.
Caridad Palabra Santa.
Caridad Fuego Divino.
Caridad Llama Sagrada.
Caridad Escúchanos por favor:
(se pide ahora lo que tanto se necesita).
Virgen Santa de la Caridad,
no apartes tu dulce mirada de nuestros hogares:
líbranos de los infortunios y las enfermedades,
de epidemias, tormentas, incendios,
rayos y centellas
y no permitas que por el pecado,
nos separemos del amor infinito de tu Divino Hijo
y permite que en ardiente carro de plata
recorra los ámbitos del mundo,
el ángel de la paz.
Santísima Virgen de la Caridad,
ruega por nosotros.
Dulcísima Virgen de la Caridad,
defiéndenos ahora
y en la hora de nuestra muerte.
Así sea.
Virgen pura, suprema beldad,
salve excelsa Patrona de Cuba
Madre hermosa de la Caridad.
Tú de Cuba, en las bellas comarcas,
elegiste, Señora, un altar,
para hacer la mansión de prodigios
y a tus hijos de dichas colmar.
Cuando el llanto era el pan de tus hijos
y su vida terrible ansiedad,
eras tú, dulce Madre, la estrella,
que anunciabas la aurora de paz.
No abandones ¡oh! Madre, a tus hijos,
salva a todos de llantos y afán,
y tu nombre será nuestro escudo,
nuestro amparo, tus gracias serán.
Caridad, Madre de Dios.
Caridad Dicha del Mundo.
Caridad Lumbre del Cielo.
Caridad Dicha del Pobre.
Caridad Música suave.
Caridad Palabra Santa.
Caridad Fuego Divino.
Caridad Llama Sagrada.
Caridad Escúchanos por favor:
(se pide ahora lo que tanto se necesita).
Virgen Santa de la Caridad,
no apartes tu dulce mirada de nuestros hogares:
líbranos de los infortunios y las enfermedades,
de epidemias, tormentas, incendios,
rayos y centellas
y no permitas que por el pecado,
nos separemos del amor infinito de tu Divino Hijo
y permite que en ardiente carro de plata
recorra los ámbitos del mundo,
el ángel de la paz.
Santísima Virgen de la Caridad,
ruega por nosotros.
Dulcísima Virgen de la Caridad,
defiéndenos ahora
y en la hora de nuestra muerte.
Así sea.
Rezar la Salve, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Repetir la oración y los rezos tres días seguidos.