Dígnate, Dios Todopoderoso,
de bendecir este fuego
para que sea símbolo
de la presencia del Espíritu Santo
y de la llama de amor viva que arde
en el Sagrado Corazón de Jesús,
en el Inmaculado Corazón de María
y en el Castísimo Corazón de san José.
Para que destruyendo en el fuego bendecido
estos objetos o elementos físicos,
quede también aniquilado
todo mal espiritual y corporal
conjurado a través de ellos
contra tus hijos amados.
Queden así disueltos todos los maleficios
de muerte, enfermedad o ruina,
simbolizados por los elementos que sometemos
bajo el poder de tu llama de amor.
Y que esto se realice en el nombre
de Dios Padre Omnipotente,
Dios Hijo Redentor del Mundo,
Dios Espíritu Santo,
con el poder de atar y desatar
que tiene la Santa Madre Iglesia Católica,
por la intercesión de la Santísima Virgen María
y el ministerio de los Santos Arcángeles
San Miguel, San Gabriel y San Rafael.
Amén.
de bendecir este fuego
para que sea símbolo
de la presencia del Espíritu Santo
y de la llama de amor viva que arde
en el Sagrado Corazón de Jesús,
en el Inmaculado Corazón de María
y en el Castísimo Corazón de san José.
Para que destruyendo en el fuego bendecido
estos objetos o elementos físicos,
quede también aniquilado
todo mal espiritual y corporal
conjurado a través de ellos
contra tus hijos amados.
Queden así disueltos todos los maleficios
de muerte, enfermedad o ruina,
simbolizados por los elementos que sometemos
bajo el poder de tu llama de amor.
Y que esto se realice en el nombre
de Dios Padre Omnipotente,
Dios Hijo Redentor del Mundo,
Dios Espíritu Santo,
con el poder de atar y desatar
que tiene la Santa Madre Iglesia Católica,
por la intercesión de la Santísima Virgen María
y el ministerio de los Santos Arcángeles
San Miguel, San Gabriel y San Rafael.
Amén.
Rezar el Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Si se tiene la sospecha de que se ha hecho alguna brujería o trabajo de magia negra mediante un elemento físico, ya sea un objeto, foto, ropa, o cualquier otro medio, es mejor deshacerse de dicho objeto o elemento quemándolo en el fuego bendecido.
Esta oración y los rezos se hacen tres veces antes de arrojar al fuego los objetos que se consideran embrujados, conjurados, trabajados, hechizados, malignos, o maldecidos, para que queden disueltos y eliminados sus efectos y no puedan seguir dañando y perjudicando.