“¿Quién, siendo amado, es pobre?”. Una mujer sin importancia, de Oscar Wilde.
“Nunca se sabe lo que la mala suerte te ha salvado de una peor suerte”. No es país para viejos, de Cormac Mccarthy.
“Son nuestras elecciones las que muestran quiénes somos realmente, mucho más que nuestras habilidades”. Harry Potter y la Cámara de los Secretos, de J.K. Rowling.
“Sea un hombre o sea más que un hombre. Sea firme con su propósito y firme como una piedra.” Frankenstein, de Mary Shelley.
"No puedo volver al pasado porque entonces era una persona diferente." Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll.
"Es necesario haber deseado morir para saber lo bueno que es vivir." El conde de Monte Cristo, de Alexandre Dumas.
“Mi consejo es: nunca hagas mañana lo que puedes hacer hoy. La procrastinación es la ladrona del tiempo.” David Copperfield, de Charles Dickens.
"Todos estamos en la cuneta, pero algunos de nosotros estamos mirando las estrellas." El abanico de Lady Windermere, de Oscar Wilde.
“Hay que tener mucho valor para oponernos a nuestros enemigos, pero mucho más para desafiar a nuestros amigos”. Harry Potter y la Piedra Filosofal, J. K. Rowling.
“El secreto está en dejarlo fluir y que, simplemente, ocurra.” La piel en los labios, Miguel Gane.
“Si esperamos hasta que estemos listos, estaremos esperando por el resto de nuestras vidas”. El ascensor artificioso, de Lemony Snicket.
“Nuestras vidas se definen por las oportunidades, incluso las que perdemos.” El curioso caso de Benjamin Button, de F. Scott Fitzgerald.
"A veces es una respuesta apropiada a la realidad volverse loco." Valis, de Philip K. Dick.
“Llamo a la gente “rica” cuando son capaces de satisfacer las necesidades de su imaginación” El retrato de una dama, Henry James.
“No todo lo que es de oro reluce, ni toda la gente errante anda perdida.” El señor de los anillos, J.R.R. Tolkien.
“Cuando quieres cambiar tus circunstancias, primero debes cambiar tus pensamientos”. El secreto, de Rhonda Byrne.
“La vida cambia rápido. La vida cambia en un instante. Te sientas a cenar y la vida que conoces termina”. El año del pensamiento mágico, de Joan Didion.
“Hay tantas maneras de ser valiente en este mundo”. Leal, de Veronica Roth.
“No es bueno detenerse en los sueños y olvidarse de vivir.” Harry Potter y la piedra filosofal, J.K. Rowling.
“Cuanto más profunda es la herida, más privado es el dolor.” Paula, Isabel Allende.
“Es necesario haber deseado morir para saber lo bueno que es vivir.” El conde de Montecristo, Alexandre Dumas.
“Sabemos lo que somos; pero no lo que podemos ser.” Hamlet, William Shakespeare.
.
“¿Por qué los árboles esconden el esplendor de sus raíces?” Libro de las preguntas, Pablo Neruda.
“Seas quien seas, hagas lo que hagas, cuando deseas con firmeza, alguna cosa es porque este deseo nació en el alma del universo. Es tu misión en la tierra.” El Alquimista, Paulo Coelho.
“Dicen que el sordo no oye, pero compone.” Como agua para chocolate, Laura Esquivel.
“La felicidad es la certeza de no sentirse perdido.” El camino de la felicidad, Jorge Bucay.
“Lástima que en aquella época no se hubieran descubierto los hoyos negros en el espacio, porque entonces le hubiera sido muy fácil comprender que sentía un hoyo negro en medio del pecho, por donde se le colaba un frío infinito.” Como agua para chocolate, Laura Esquivel.
“La felicidad que algunas personas sostienen que se puede lograr exclusivamente a través de la religión es a menudo producto de un planteamiento superficial de la vida sobre la que no se reflexiona.” El camino de la felicidad, Jorge Bucay.
“Cuidad vuestra mente, es vuestro tesoro, nadie puede entrometerse en ella. Si la llenáis de basura se pudrirá en la cabeza. Vuestra mente es un palacio.” Las cenizas de Ángela, Frank McCourt.
“La mayor aventura es la que nos espera. Hoy y mañana aún no se han dicho. Las posibilidades, los cambios son todos vuestros por hacer. El molde de su vida en sus manos está para romper.” El Hobbit, de J.R.R. Tolkien.
“En la vida no se puede tener todo; sin embargo, es necesario aspirar a ello porque la felicidad no es una meta, sino un estilo de vida”. Perdona si te llamo amor, de Federico Moccia.