El poder de las velas
Las velas pueden ser tan sagradas como profanas.
Ellas representan diferentes energías espirituales, dependiendo entre otras variables, del color que escojas.
Cuando compras una vela en un supermercado y llegas a casa y la enciendes, no tiene otro efecto más que el de iluminar el entorno donde te encuentras; aunque si la enciendes, por ejemplo, durante una meditación es una manera maravillosa de apoyar el proceso meditativo.
Generalmente, si movemos algo a través del subconsciente, tendrá un efecto más duradero que si lo hacemos sólo en la mente consciente. La herramienta poderosa es la fuerza energética de la mente.
Cuando deseamos algo, creamos un fuerte vínculo y conexión con lo que deseamos. Es decir, una vez que nace el deseo, construimos un "puente" de energía entre lo deseado y nosotros mismos. Esta fuerte conexión emocional hace que encender una vela… pueda efectivamente funcionar.
La base psicológica de la mayoría de los rituales es la conexión con el cuerpo emocional. La mente subconsciente no puede y no distingue entre "lo que en realidad es" y "lo que percibe que es". No emite juicios, ni discierne o evalúa la evidencia. Acepta toda la información mediante los cinco sentidos.
Para el subconsciente todo es real, allí encuentras la sede de las fobias, los miedos y el lugar donde se forman los hábitos, aunque también es el espacio del amor, la compasión y la esperanza. Si alguna vez deseas cambiar un comportamiento, el subconsciente es el área al que debes recurrir. Ahí es donde nace y se gesta el cambio.
Por todo lo expuesto previamente, si quieres realizar un trabajo mágico, tienes que limpiar y consagrar la vela ya que llega hasta a ti arrastrando mucha energía desde su elaboración.
La comercialización de la vela y la manipulación de la misma, hacen que se cargue de energías de miles de personas, es por esto que debemos limpiarlas cada vez que las vayamos a encender.
El proceso completo de consagración de una vela es el siguiente.
1. Limpiamos.
2. Cargamos.
3. Vestimos.
1. Limpiamos: la limpieza consiste en despojar la energía como si de sacudir las manos se tratase; tomamos la vela con la mano izquierda y con la mano derecha jalamos la vela hasta sacarla de la izquierda. Volteamos la vela (con la mecha abajo) y repetimos la acción, así tres veces.
2. Cargamos: el siguiente paso, una vez que la vela quedó "Neutra" es cargarla. Con la mano izquierda sujetamos la vela y con la derecha la acariciamos desde abajo hacia arriba diciendo: "Te cargo con la tierra", luego con la misma mano derecha la acariciamos desde arriba hacia abajo diciendo: "Te cargo con el cielo", repetimos la acción por tres veces.
3. Vestimos: El último paso consiste en darle una vestimenta adecuada a la vela según el propósito correspondiente. Por ejemplo: Si quieres encenderla para canalizar la energía del amor, la vela deberá ser rosada para el amor espiritual o roja para amor pasional y con el dedo índice de la mano derecha tomamos tres gotas de esencia de sándalo o canela y la untamos desde abajo hacia arriba. Verde para la salud con aceite de hierba luisa o menta, azul para la protección con aceite de ruda, plateada o dorada para el dinero con aceite de patchouli.
También es importante sabes los colores de las velas según los días de la semana en los cuales quisieras trabajar: Lunes blanco, Martes rojo, Miércoles verde, Jueves Lila, Viernes Rosa, Sábado Café, Domingo Amarillo.
El entorno donde vas a hacer tu trabajo o ritual mágico debe estar pulcro como respeto a la divinidad en la que creas. Tu cuerpo de igual manera y tus herramientas mágicas, por supuesto que también.
Fuente: Psíquicos