Ángel de Dios,
que eres mi custodio,
ya que la soberana piedad
me ha encomendado a ti,
ilumíname, guárdame,
rígeme y gobiérname.
Amén.
que eres mi custodio,
ya que la soberana piedad
me ha encomendado a ti,
ilumíname, guárdame,
rígeme y gobiérname.
Amén.