Materiales:
Una cebolla
Trozo papel marrón
Cuchillo con dientes
3 hojas de olivo
3 clavos viejos y oxidados
Rotulador negro
Rotulador rojo
Bolsa negra
Vinagre
Comenzamos cortando la cebolla en forma de cono.
Escribimos en el papel el nombre en negro, por la angustia y el dolor, cruzamos con los apellidos en rojo, su sangre, su línea de sangre familiar y en la base su día de nacer.
Enrollamos como un papiro y colocamos en la cebolla junto a las 3 hojas de olivo.
Rociamos con vinagre, que anula la posibilidad de que se escape anulando su fuerza, tapamos, y clavamos los 3 clavos, que representan los clavos de cristo y el poder de la santísima trinidad, repitiendo esta frase:
ASÍ COMO LA MADRE DE NUESTRO SEÑOR
LLORÓ Y LLORÓ SIN CONSUELO Y CON DOLOR
ASÍ LLORARÁS TÚ POR CAUSARME DESAZÓN
Y NO HALLARÁS CONSUELO HASTA PEDIRME PERDÓN
Guardamos el conjunto en la bolsa negra y lo colocamos junto a un sumidero, debajo del fregadero o donde corra el agua, junto a un desagüe, donde fluyan aguas residuales de donde el ritual absorverá el poder.