Señor de la Columna, Cristo Nazareno,
entra en mi hogar y danos tus bienes,
bendice uno por uno
los seres que me son tan queridos
y haz que disfrutemos de la paz redentora
que Tú con tu gran Caridad distribuyes con Amor.
Aléjanos con tu santa mirada,
de todo cuanto pueda perjudicarnos
y hace que no gocemos de tranquilidad,
defiéndenos con tu santo poder
de quien quiera dañarnos y causarnos algún mal.
Derrama tus fluidos divinos,
en todas las almas para que podamos comer el pan
que Tú nos das sin amarguras.
Ayúdanos si ves que carecemos de lo necesario,
auxílianos cuando las dificultades y miserias
nos agobien y no tengamos solución;
infunde fortaleza en nuestros cuerpos
cuando el dolor y la enfermedad nos visiten
y por tu bondad y misericordia,
concédenos la sanación si la precisamos;
disuelve los problemas entre nosotros,
acrecienta el amor, la armonía, la paz y la unión.
Sálvanos Señor, con tu grandísimo poder.
Estas son las súplicas, adorado Nazareno,
que te hacemos con confianza y devoción,
bendice nuestro hogar y cólmanos de bienes,
ampáranos y protégenos de desgracias y peligros,
líbranos y aléjanos de males y enemigos,
y en especial concédenos:
(pedir lo que se desea conseguir).
Señor de la Columna, Jesús Nazareno,
no nos abandones, no nos dejes sin solución,
acoge como nuestro Señor Poderoso y amigo que eres,
la petición de este siervo que lleno de sufrimientos
con fervor a Ti acude y con esperanza te invoca,
regálanos tu favor, danos tu bendición
para que podamos llevar una vida digna y buena.
Amado Jesús de la Columna
perdona nuestras faltas y olvidos,
perdona nuestra ingratitud
y otórganos tu misericordia y perdón;
enséñanos a ser pacientes y humildes como Tu,
y sobre todo, reina y gobierna nuestros hogares,
y para corresponder a tus favores
danos la gracia de cumplir siempre tu Santa Ley
y vivir y morir en tu bendito amor.
Amén.
entra en mi hogar y danos tus bienes,
bendice uno por uno
los seres que me son tan queridos
y haz que disfrutemos de la paz redentora
que Tú con tu gran Caridad distribuyes con Amor.
Aléjanos con tu santa mirada,
de todo cuanto pueda perjudicarnos
y hace que no gocemos de tranquilidad,
defiéndenos con tu santo poder
de quien quiera dañarnos y causarnos algún mal.
Derrama tus fluidos divinos,
en todas las almas para que podamos comer el pan
que Tú nos das sin amarguras.
Ayúdanos si ves que carecemos de lo necesario,
auxílianos cuando las dificultades y miserias
nos agobien y no tengamos solución;
infunde fortaleza en nuestros cuerpos
cuando el dolor y la enfermedad nos visiten
y por tu bondad y misericordia,
concédenos la sanación si la precisamos;
disuelve los problemas entre nosotros,
acrecienta el amor, la armonía, la paz y la unión.
Sálvanos Señor, con tu grandísimo poder.
Estas son las súplicas, adorado Nazareno,
que te hacemos con confianza y devoción,
bendice nuestro hogar y cólmanos de bienes,
ampáranos y protégenos de desgracias y peligros,
líbranos y aléjanos de males y enemigos,
y en especial concédenos:
(pedir lo que se desea conseguir).
Señor de la Columna, Jesús Nazareno,
no nos abandones, no nos dejes sin solución,
acoge como nuestro Señor Poderoso y amigo que eres,
la petición de este siervo que lleno de sufrimientos
con fervor a Ti acude y con esperanza te invoca,
regálanos tu favor, danos tu bendición
para que podamos llevar una vida digna y buena.
Amado Jesús de la Columna
perdona nuestras faltas y olvidos,
perdona nuestra ingratitud
y otórganos tu misericordia y perdón;
enséñanos a ser pacientes y humildes como Tu,
y sobre todo, reina y gobierna nuestros hogares,
y para corresponder a tus favores
danos la gracia de cumplir siempre tu Santa Ley
y vivir y morir en tu bendito amor.
Amén.
Rezar un Credo, un Padrenuestro y un Gloria.
Encender una vela blanca al Señor de la columna al comienzo de la oración, apagarla al terminar.
Hacer la oración y los rezos por la mañana y por la noche durante tres días seguidos.