Con tu sagrado poder,
oh! santo de mi devoción,
te pido no me abandones en mi súplica,
necesito que me traigas a
(di su nombre) arrastrándose a mí,
implorándome de rodillas que
lo acepte y lo ame.
oh! santo de mi devoción,
te pido no me abandones en mi súplica,
necesito que me traigas a
(di su nombre) arrastrándose a mí,
implorándome de rodillas que
lo acepte y lo ame.
Oh! San Cipriano, necesito de tu ayuda,
por favor, no me dejes sola!
Que me pida perdón una y mil veces
por el daño causado,
que llore desconsoladamente por mí,
oh! patrón de los santos gloriosos,
te imploro, ten clemencia de mi dolor,
estoy desesperada por él,
quiero su llegada a mí nuevamente,
pidiéndome perdón,
que se vuelva a enamorar perdidamente,
por favor, santo milagroso,
patrón de los justos y nobles,
dame tu consuelo.
por el daño causado,
que llore desconsoladamente por mí,
oh! patrón de los santos gloriosos,
te imploro, ten clemencia de mi dolor,
estoy desesperada por él,
quiero su llegada a mí nuevamente,
pidiéndome perdón,
que se vuelva a enamorar perdidamente,
por favor, santo milagroso,
patrón de los justos y nobles,
dame tu consuelo.
Si otra mujer está en su vida,
quítala de su camino porque él me pertenece,
oh! santo mío y de quienes te proclaman
en tu gloria.
quítala de su camino porque él me pertenece,
oh! santo mío y de quienes te proclaman
en tu gloria.
Es mi hombre,
y si alguien osó tomarlo en sus brazos,
que retroceda en su intención,
porque es mío en cuerpo y alma,
oh! Supremo pastor
y mago de quienes conocemos tu historia,
eres en quien confío
para volver a tenerlo rendido en mis brazos.
y si alguien osó tomarlo en sus brazos,
que retroceda en su intención,
porque es mío en cuerpo y alma,
oh! Supremo pastor
y mago de quienes conocemos tu historia,
eres en quien confío
para volver a tenerlo rendido en mis brazos.
No me dejes sola, San Cipriano, por favor!
Oraré por ti eternamente,
cuando él regrese a mí,
serás proclamado en mi nombre
y haré que te conozcan todos,
tu poder, tu amor hacia los pobres
que sufrimos injusticias,
serás reconocido,
oh! glorioso santo,
a ti acudo en mi desesperación,
concédeme a este hombre
(di su nombre),
en ti confío, oh! Señor!
cuando él regrese a mí,
serás proclamado en mi nombre
y haré que te conozcan todos,
tu poder, tu amor hacia los pobres
que sufrimos injusticias,
serás reconocido,
oh! glorioso santo,
a ti acudo en mi desesperación,
concédeme a este hombre
(di su nombre),
en ti confío, oh! Señor!
Así sea.
Rezar un Credo, un Avemaría y un Gloria.
Encender una vela roja y dos velas negras, para las tres almas que vigila san Cipriano, apagarlas al finalizar.
Hacer la oración y los rezos nueve días seguidos, comenzando un jueves, preferiblemente a medianoche.