Yemanjá,
madre del mundo:
Fuerza que mantienen la creación,
señora de todos los bienes,
aliento de la vida misma.
Magnánima madre de todas las madres,
el mar es tu símbolo, la sal es tu marca,
tu protección es la lactancia eterna.
Ayúdanos madre nuestra,
provéenos para nuestras necesidades,
nuestras necesidades diarias,
nuestras necesidades en el hogar,
para todo aquello que precisamos.
Que no falte el pan, ni la propia vivienda digna,
a nuestros hijos, a nuestra familia,
a nuestros hermanos,
que poseamos un lugar donde residir
con amor, paz, alegría y felicidad.
Que no nos falte el trabajo,
ni el salario que nos permita hacer frente
a todos los gastos y pagos,
que nos proporcione bienestar y tranquilidad
y no nos llegue la desdicha,
ni el dolor ni la enfermedad.
Yemanjá, Querida Madre,
ayúdanos con tu constancia,
sembrando en nosotros el deseo a perseverar
en el amor a nuestro padre Olorum.
Odoiá Yemanjá.
madre del mundo:
Fuerza que mantienen la creación,
señora de todos los bienes,
aliento de la vida misma.
Magnánima madre de todas las madres,
el mar es tu símbolo, la sal es tu marca,
tu protección es la lactancia eterna.
Ayúdanos madre nuestra,
provéenos para nuestras necesidades,
nuestras necesidades diarias,
nuestras necesidades en el hogar,
para todo aquello que precisamos.
Que no falte el pan, ni la propia vivienda digna,
a nuestros hijos, a nuestra familia,
a nuestros hermanos,
que poseamos un lugar donde residir
con amor, paz, alegría y felicidad.
Que no nos falte el trabajo,
ni el salario que nos permita hacer frente
a todos los gastos y pagos,
que nos proporcione bienestar y tranquilidad
y no nos llegue la desdicha,
ni el dolor ni la enfermedad.
Yemanjá, Querida Madre,
ayúdanos con tu constancia,
sembrando en nosotros el deseo a perseverar
en el amor a nuestro padre Olorum.
Odoiá Yemanjá.
Repetir la oración tres días seguidos.
Encender una vela azul y dejar prendida hasta que se consuma.