Yo te conjuro,
[nombre del hombre que se quiere amansar],
en el nombre de Jesús, María y José.
Con estas palabras te vuelvo a conjurar
[nombre del hombre que se quiere amansar],
en el nombre de Jesús, María y José.
Con estas palabras te vuelvo a conjurar
[nombre del hombre que se quiere amansar],
para que vengas a mí como manso cordero
y lleno de amor y atención hacia mí,
criatura de Dios yo te requiero
para que solo pienses en mí
y lo hagas lleno de amor.
Yo, (di tu nombre),
para que vengas a mí como manso cordero
y lleno de amor y atención hacia mí,
criatura de Dios yo te requiero
para que solo pienses en mí
y lo hagas lleno de amor.
Yo, (di tu nombre),
te conjuro hombre mío.
En el nombre del espíritu del dominio,
yo, (di tu nombre),
En el nombre del espíritu del dominio,
yo, (di tu nombre),
domino tus cinco sentidos,
tu juicio, tu pensamiento, y tu voluntad:
para que tú,
tu juicio, tu pensamiento, y tu voluntad:
para que tú,
[nombre del hombre que se quiere amansar],
quedes dominado,
quedes manso mis pies y amarrado totalmente a mí,
tanto en el presente como en el futuro.
Que cuando yo, (di tu nombre), lo vea,
quedes manso mis pies y amarrado totalmente a mí,
tanto en el presente como en el futuro.
Que cuando yo, (di tu nombre), lo vea,
él, [nombre del hombre que se quiere amansar], me vea.
Cuando yo, (di tu nombre), lo oiga,
Cuando yo, (di tu nombre), lo oiga,
él, [nombre del hombre que se quiere amansar], me oiga.
Cuando yo, (di tu nombre), lo mire,
Cuando yo, (di tu nombre), lo mire,
él, [nombre del hombre que se quiere amansar], me mire.
Cuando yo, (di tu nombre), lo toque,
Cuando yo, (di tu nombre), lo toque,
él, [nombre del hombre que se quiere amansar], me toque.
Y cuando yo, (di tu nombre), suspire,
él, [nombre del hombre que se quiere amansar], suspire.
Y cuando yo, (di tu nombre), suspire,
él, [nombre del hombre que se quiere amansar], suspire.
Así sus cinco sentidos,
su mente, sentimiento y corazón,
estarán atados a mí por siempre
en un mismo pensamiento.
Por Dios lo pido y por la misma naturaleza lo requiero.
Amén.
Rezar cinco Padrenuestros y un Gloria.
Repetir la oración nueve días seguidos.
Encender cada día una vela bicolor roja y blanca, o una roja y otra blanca (cada día se ponen velas nuevas), los restos de cera de los nueve días, se pueden tirar a la basura, pues la vela con su luz ya ha hecho su función de llamada.
Repetir la oración nueve días seguidos.
Encender cada día una vela bicolor roja y blanca, o una roja y otra blanca (cada día se ponen velas nuevas), los restos de cera de los nueve días, se pueden tirar a la basura, pues la vela con su luz ya ha hecho su función de llamada.