Yo... (di tu nombre y apellidos):
Invoco a la sublime influencia
del Santo Nombre de Dios Todopoderoso,
para que permita que mis deseos sean concedidos
y ningún mal espíritu interfiera en ello.
Invoco tu nombre, Don Juan del dinero,
para que me brindes tu protección y ayuda,
para que abras mis caminos a la riqueza,
para que vea la prosperidad en mi casa
y alejes todas las angustias e intranquilidades.
Acudo a ti, Don Juan del Dinero,
porque siempre ayudas a quien con fe te lo pide,
te llamo para que me liberes de la pobreza
de la ruina, las carencias y la estrechez
y me proveas de abundancia y dicha
y que brille para mi la estrella de la buena suerte,
que la fortuna y el éxito me acompañe
en todo lo que invierta y emprenda.
Bajo tu amparo me acojo,
Don Juan del dinero,
tú que eres generoso con tus seguidores
y siempre escuchas nuestras demandas,
no me dejes en el olvido,
solicito tu caridad para conmigo,
dame bendiciones económicas,
dame todo lo que deseo y ansío,
quédate a mi lado,
te ruego que siempre estés junto a mí.
Así sea.
Invoco a la sublime influencia
del Santo Nombre de Dios Todopoderoso,
para que permita que mis deseos sean concedidos
y ningún mal espíritu interfiera en ello.
Invoco tu nombre, Don Juan del dinero,
para que me brindes tu protección y ayuda,
para que abras mis caminos a la riqueza,
para que vea la prosperidad en mi casa
y alejes todas las angustias e intranquilidades.
Acudo a ti, Don Juan del Dinero,
porque siempre ayudas a quien con fe te lo pide,
te llamo para que me liberes de la pobreza
de la ruina, las carencias y la estrechez
y me proveas de abundancia y dicha
y que brille para mi la estrella de la buena suerte,
que la fortuna y el éxito me acompañe
en todo lo que invierta y emprenda.
Bajo tu amparo me acojo,
Don Juan del dinero,
tú que eres generoso con tus seguidores
y siempre escuchas nuestras demandas,
no me dejes en el olvido,
solicito tu caridad para conmigo,
dame bendiciones económicas,
dame todo lo que deseo y ansío,
quédate a mi lado,
te ruego que siempre estés junto a mí.
Así sea.
Así sea.
Así será.
La oración se hace tres días seguidos y se prende una vela amarilla cada día, hay que dejar que se consuma del todo.