Señor, Dios Eterno todopoderoso, Dios nuestro misericordioso y omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo, oh! Dios, principio y fin de todas las cosas, soberano de los siglos que solo tú eres grande, por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles san Miguel, san Rafael y san Gabriel, nosotros, tus hijos, humildemente te rogamos que nos libres eficazmente de todo mal y adversidad, de todo enemigo y mala persona; revístenos con tu armadura, envíanos tu luz llénanos de bendiciones y danos tu protección para poder gozar siempre de tu paz.
Yo (di tu nombre) pido tu auxilio y socorro, cúbreme con tus brazos altísimos y poderosos, purifica mi mente, corazón, cuerpo, alma y espíritu, y no permitas que nada perjudicial penetre en mí.
Señor Dios Uno y Trino, junto con María reinen sobre mí y los míos, hoy y por toda la eternidad y no permitas que nada ni nadie pueda causarme mal.
Señor a ti clamo, creo en Ti, en tu poder y en tu gloria, creo en tu palabra, que es la única que puede alumbrarme; pido perdón por todos mis pecados y faltas, y en el nombre de Jesús y por el poder de su Sangre, te ruego seas magnánimo conmigo, te pido disipes todo lo que me atormenta y lastima, aleja de mi vida y hogar todas las sombras tenebrosas, sálvame de todo mal que venga contra mi y rompe en pedazos las cadenas que me aprisionan, para que pueda cumplir tu santa voluntad sin impedimentos físicos ni espirituales.
Amén.